Abogado prestigioso que desempeñó a lo largo de su vida altos cargos políticos y jurídicos, tanto en el ámbito provincial, de donde fue Diputado, como en el nacional. Durante la Dictadura de Primo de Rivera, fue nombrado jefe de Subsecretaria Técnica del Ministerio de Trabajo. Cesado de su puesto de funcionario al proclamarse la República, fue rehabilitado en él posteriormente donde actuó como mediador entre empresarios y obreros en importantes conflictos laborales.
Terminada la guerra civil, fue responsable de la Secretaria General de la Dirección General de Trabajo, para pasar poco después a ocuparse de la Subsecretaria de Justicia.
De los numerosos cargos que ocupó, hay que destacar, además de los anteriormente mencionados, los de Vicepresidente del Círculo de Bellas Artes. Don Esteban favoreció la construcción de numerosas obras en la provincia, entre las que cabe destacar las reformas efectuadas en la Audiencia Provincial de Albacete.
Carcelenero siempre, también atendió y apoyó otras muchas obras de infraestructura en su pueblo natal, entre las que debemos mencionar la pavimentación e muchas calles y abastecimiento de aguas tanto para el consumo humano como para el riego. Asimismo pagó con sus propios medios la restauración de la ermita del Santo Cristo de las Eras y sufragó los reparos y la elevación de la torre de la Parroquia de San Andrés, según el proyecto de su hijo, el arquitecto Don Alfonso Gómez.
Fue nombrado hijo predilecto de Albacete en un acto celebrado en Madrid, el 1 de marzo de 1944, donde acudieron las autoridades provinciales para hacerle entrega de un pergamino con el nombramiento.
Entre sus numerosas distinciones y recompensas figuraba la Encomienda de San Silvestre, otorgada por el Papa Pio XI, la Encomienda de Isabel la Católica, la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort y la Medalla de Oro de la ciudad de Albacete. El 16 de agosto de 1926, la corporación municipal de Carcelén le dio su nombre a una de sus calles y en junio de 1944 se colocó en ella una lapida costeada por suscripción popular en la que puede leerse: “Casa natalicia de Esteban Gómez Gil. Tu pueblo te admira orgulloso” Murió en Madrid, el 13 de junio de 1959.
La prensa albaceteña se hizo eco del acontecimiento y resaltó tanto su figura como su obra con palabras como éstas: “Don Esteban Gómez no era algo simbólico y representativo de su rincón de Carcelén, lo era de la provincia entera de Albacete, en todas sus ciudades, pueblos y aldeas…”